¿QUÉ SON LOS ENLACES MALICIOSOS?
Un enlace malicioso es un “link” aparentemente fiable, pero que, al hacer clic en él, redirige a una web falsa que imita ser una web oficial legítima.
Una vez que el usuario cree estar navegando por una web de confianza, podría introducir datos personales como su correo electrónico, contraseñas e incluso datos bancarios.
Con este método, en lugar de pedir datos personales al usuario, consiguen que la víctima instale algún tipo de “malware” en su dispositivo.
¿CÓMO PROTEGERSE DE ESTA AMENAZA?
Afortunadamente, es posible mejorar la capacidad para detectar enlaces maliciosos siguiendo estos consejos:
- Observa el remitente del mensaje. El primer paso al recibir un mensaje por correo o por otra plataforma es ver quién lo envía.
- Si la fuente es desconocida, deberá activar las alarmas. En caso de que haya algo sospechoso, es aconsejable contactar con esa persona a través de otro medio para comprobar si ha enviado ese mensaje realmente.
- Observa el contexto del mensaje. Hay señales que nos pueden hacer sospechar, por ejemplo, que se dirijan al destinatario utilizando palabras generales como “cliente” o “usuario” en vez de por su nombre real.
- Que el mensaje contenga faltas de ortografía. El cibercrimen está más profesionalizado y las técnicas que utilizan para conseguir víctimas son muy avanzadas y difíciles de detectar.
- Revisar las letras del enlace. Si la URL comienza por “https://’ es una buena señal. Una vez que el enlace está abierto, si está en color verde y hay un candado significa que muy probablemente la web pertenezca a quien dice ser.
- Revisar las letras del enlace. Si por el contrario no empieza por “https://’ o no tiene el candado cerrado, se puede acceder al icono de información y ver si la conexión con ese sitio es insegura.
¡Ten en cuenta estos pasos para que cuides tu seguridad y la de la empresa!